Es una plaga prioritaria (según el Reglamento Delegado (UE) 2019/1702) regulada en la Unión Europea (UE) por el Reglamento (UE) 2016/2031, el Reglamento (UE) 2019/2072 y el Reglamento de Ejecución (UE) 2023/1134 de la Comisión. En caso de detectar su presencia, se deberá actuar con rapidez y eficacia, determinar su distribución y combatirla con el fin de evitar su propagación y erradicarla.
Morfología y ciclo de vida
Spodoptera frugiperda suele tener múltiples generaciones al año. Su ciclo de vida completo puede durar entre 19 y 48 días en climas cálidos, y extenderse hasta 90 días en condiciones más frías. Como la mayoría de insectos, pasa por cuatro etapas: huevo, larva, pupa y adulto.
Huevo: Las hembras son altamente fecundadas, pudiendo poner entre 1.200 y 2.000 huevos durante su vida. Los huevos son pequeños, de color grisáceo o verdoso, y se encuentran depositados bajo las hojas en masas que la hembra cubre con pelos de su abdomen para protegerlos.
Larvas: Es la fase donde la Spodoptera frugiperda es más dañina y reconocible. Pueden alcanzar hasta 40 mm, presentan una cabeza con una característica marca en forma “Y” invertida. Las larvas recién nacidas se alimentan de las hojas y, a medida que crecen, migran hacia otras partes de la planta o hacia otras plantas, refugiándose frecuentemente en el cogollo del maíz, donde crean un tapón de excrementos que las protege del clima y los insecticidas.
Pupa: Se forman en el suelo dentro de cámaras excavadas por la larva.
Adulto: es una polilla nocturna de color marrón grisáceo con alas bastante oscuras con manchas blancas y alas posteriores blancas, capaz de volar largas distancias.
Difusor de atrayente feromona de caucho en forma de cápsula, conteniendo la fórmula de principio activo para la atracción de machos de la especie Spodoptera frugiperda. Está envasado individualmente en un sobre de aluminio con etiqueta de especificaciones. Una vez extraído, no necesita ninguna operación de activación, tan sólo colocarse adecuadamente en la trampa.
Daños
Los daños los causan principalmente las larvas y pueden ser severos y afectar significamente a la productividad del cultivo.
En las primeras etapas del cultivo, las larvas jóvenes raspan las hojas tiernas, pudiendo causar perforaciones y hasta defoliaciones completas.
En etapas más avanzadas, las larvas perforan el cogollo, donde excavan galerías, cortan hojas emergentes y depositan excrementos, lo que forma un “tapón” que impide el desarrollo normal del cultivo.
En daños severos pueden producir la muerte del brote o la deformación de la planta.